El señor Emilio Miranda estaba en terapia
intensiva el día 31 de diciembre de 2017 en el hospital Vargas de Caracas, por
haberle dado tres infartos seguidos. Estaba muy grave y no lo dejaban ver.
Sin embargo, me dejaron pasar ya que era
muy conocido y le llevaba la estampa de la Madre Emilia de la cual soy devota.
Le hice una súplica por su salud y le coloqué la estampa en el pecho, él le
pasó la mano y se fue quedando tranquilo y cuál es mi sorpresa que a los días
me llamó que le dieron de alta y que lo fueran a buscar. Quiero completar el
relato con lo que considero otra gracia grande de Madre Emilia. Salí con un
amigo del señor Emilio a buscar una lista de medicinas que eran urgentes; le
pedí a Ella que nos ayudara a encontrarlas. Las encontramos todas y así pudimos
llegar a tiempo para el tratamiento que necesitaba.
Mi agradecimiento a Madre Emilia por estos
favores alcanzados. Rosario Lares, C.I. N° 4.020.794
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