viernes, 11 de octubre de 2019

Testigo de la misión (2)



TESTIGOS DEL AYER

(Continuación del artículo anterior)

MADRE EMILIA

Comienzo fuera de sus fronteras…Curazao.
Estando en vigor las leyes guzmancistas, el Padre Olegario encamina a la Madre Emilia a que haga una opción de consagración religiosa en el convento de Hermanas Terciarias Franciscanas de Curazao. Con una recomendación de Mons. Críspulo Uzcátegui (el mismo que abre la Obra de la Propagación de la Fe en Venezuela) se va dispuesta a consagrase al servicio de los más pobres y enfermos. Enferma que se hace enfermera.

Una vez en el Convento, la Madre Emilia se enferma gravemente, y las superioras llaman a la familia para que la puedan volver a casa. Esta misma salud precaria que la hará morir joven, será para ella el lugar en el que Dios le va abriendo el camino de su santificación. De vuelta a Caracas, su salud mejora un poco, pero no tanto como se desearía, así que su padre la envía a Maiquetía para que termine de reestablecerse. Madre Emilia vivió este tiempo entre la Misa diaria, el paseo matinal y en constante encuentro de reflexión con el P. Machado.

El sacerdote ve en ella un enorme espíritu de oración y de servicio y le invita después de varias conversaciones a ponerse al servicio de los enfermos. Le asigna un enfermo llagado, ella venciendo la humana resistencia comienza a limpiarlos, le trae alimentos y le prepara para recibir los sacramentos. Madre Emilia, que había ido a buscar su salud a Maiquetía, olvidándose de sí, comienza su MISION entre los pobres, poco a poco intuye que el Señor le pide más y junto al P. Machado deciden fundar una comunidad exclusivamente al servicio de los pobres*

(Hasta aquí el artículo de https://ompvenezuela.com/domund/ 
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*Es nuestra Congregación Hermanitas de los Pobres de Maiquetía